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Los triángulos y las casas

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Las casas que conforman esta figura geométrica están entrelazadas armoniosamente por los puntos en común que poseen. Los triángulos de las casas, cuatro en total, se relacionan con los cuatro elementos de la naturaleza y hacen pensar que cuando una persona tiene la mayoría de los astros en uno de estos triángulos, se acentúan las características del elemento. Esta forma de agrupar signos y casas se conoce con el apelativo de triplicidades.

  • Triángulo de la potencia vital:

Corresponde a los signos de Fuego:

Casa I:       Aries

Casa V:       Leo

Casa IX:     Sagitario

Triángulo de la energía y la vitalidad.

Determina la potencia vital y la manera como se va a utilizar. Si es el triángulo más fuerte (cuando tiene muchos planetas), se observarán en la vida del nativo, grandes expectativas, iniciativas, búsquedas de experimentar, recorrer, dominar, crear, de implementar.

Cuando este triángulo prevalece, dependiendo de la posición de los planetas en uno de sus vértices, sobresale una casa. Cuando esto ocurre, ella se convierte en la predominante y este hecho permite que recaiga toda la fuerza:

Si es la casa I, en los factores del yo y en un realce de la personalidad.

Si es la casa V, en la afectividad, la emotividad, la sexualidad, los hijos, la enseñanza y el arte, aunque también puede recaer en el placer y los juegos de azar.

Si es la casa IX, en la búsqueda de los más elevados y superiores conocimientos, en los nexos con el exterior o en la necesidad de ampliar miras.

  • Triángulo de la vida material o de la subsistencia:

Corresponde a los signos de Tierra:

Casa II:      Tauro

Casa VI:     Virgo

Casa X:       Capricornio

En quienes sobresalen estas casas, sus luchas y esfuerzos estarán encaminados hacia los asuntos materiales. Se esmerarán por alcanzar una posición que se fundamente en la situación económica y en la fuerza del trabajo.

Como el elemento tierra representa lo más sólido y consistente, este triángulo expresa el flujo de los aspectos más concretos pero siempre con una meta que se halla constituida por el tercer signo de este elemento como es Capricornio, que simboliza los más grandes logros. Si este triángulo nos habla de lo concreto, su coronación se encuentra precisamente en la casa X. El aspecto superior de este triángulo representa lo más grande que el hombre puede alcanzar en la vida, como es liberarse del yugo físico y elevarse por encima de las limitaciones materiales. Cuando uno de los vértices es más poderoso, toda la fuerza del triángulo fluye en forma específica:

Si se destaca la casa II, sus búsquedas serán económicas; su preocupación es hacer productivos sus esfuerzos y conservar y acrecentar lo que se tiene. Su Fuerza es la productividad.    

Si es la casa VI, necesidad de sentirse útil y colaborar.

Si es la casa X, relevancia social y pública. Lucha por el poder. Logros externos y repercusión de sus actos sobre mucha gente. Capacidad para alcanzar las metas propuestas.                      

  • Triángulo de la comunicación:

Corresponde a los signos de Aire

Casa III:    Géminis

Casa VII:   Libra

Casa XI :    Acuario

Triángulo de la comunicación y de los acontecimientos que se suscitan a su alrededor o que implican el movimiento de diversas personas. Nos informa sobre el valor de los hermanos, amigos, cónyuge, socios, protectores o de quienes ayudan y apoyan. Simboliza la disposición para compartir.

En aquéllos en los que predomina, tienen un sinnúmero de amistades y sus las fluyen en un ambiente de participación y camaradería. Son nativos despiertos,  vivaces, activos, intelectuales, expresivos y comunicativos por naturaleza.

Si predomina la casa III, ejercen una poderosa influencia sobre los hermanos, y constantemente se plantearán cambios. Su fuerza se halla en la comunicación y en el manejo de papeles y escritos, al igual que en sus ideas.

Si predomina la casa VII, poseerán gran fuerza sobre el público, aunque tenderán a sentirse eclipsados por el accionar de sus socios o pareja. Serán de gran valor los asuntos jurídicos y los vínculos con la ley, ya sea que la ejerzan o que se vean afectados por ella.

Si predomina la casa XI, las amistades y protectores serán el punto central en sus vidas. Necesitarán encontrar apoyo. Buscarán modelos dignos de seguir.

  • Triángulo de lo esotérico y lo misterioso

Corresponden a los signos de Agua:  

Casa IV:     Cáncer

Casa VIII:  Escorpión

Casa XII:   Piscis 

En quienes influye este triángulo, tendrán grandes retos que los afectarán tempranamente, como son muerte de allegados, luchas, conflictos, alteraciones psicológicas, o desarrollarán una visión del hombre y de sus procesos, que los hará seres superiores con un sentido elevado de la vida, y agilizará su búsqueda de perfeccionamiento. Necesidad consciente o inconsciente de laborar con el karma y de subsanar las deudas que se traen del pasado; cuando es inconsciente, usualmente crea dolor. Es el triángulo de las verdaderas pruebas del destino, de las reales limitaciones y de las duras experiencias por vivir como son peligros, riesgos y persecuciones. Para manejar sus efectos se requiere desarrollar una  capacidad perceptiva superior. Por otra parte, es el triángulo que puede plantear situaciones ante las cuales las limitantes de la actividad material se hallen solucionadas y tengan ante sí el sendero de la vida espiritual. Su naturaleza lleva a los nativos a renunciar y a ver lo vano y lo iluso de las luchas, alegrías y dolores. Triángulo de la procedencia, de la muerte, de la reencarnación. En él, los antiguos se dedicaron a encontrar los lugares de los que procedíamos, los sitios donde morimos y nacimos en vidas anteriores, y además llegar a determinar lo relacionado con las vidas venideras, si es que otro nacimiento nuestro se ha de  avecinar. Cuando este triángulo es predominante, una de las casas prevalece:

Si en la casa IV se halla la mayoría de los astros, su prioridad es la familia, el hogar, la patria, las propiedades, y en el último período de la vida se plantearán acontecimientos sobresalientes. Inclinación para manejar las fuerzas del pasado.

Si predomina la casa VIII, se ha venido a morir y a nacer. Luchas contra la vida o en favor de ella. Tendencia hacia el descubrimiento del misterio de la vida, el sexo, las pasiones, la iniciación. Necesidad permanente de cambiar y llevar todo en una forma distinta. Promueve los procesos degenerativos o regenerativos.

Si predomina la casa XII, se avivan las condiciones contemplativas y se nace para agilizar los procesos de purificación. Induce al desarrollo de potencialidades psíquicas, pero también al dolor y al sufrimiento.